El óleo de esta obra se me quedó a medio hacer en 1984, cuando decidí que dejaba de pintar por alguna vaga razón. Lo lamento de veras, porque es una de mis preferidas. Ahora la he acabado por vía digital, haciéndole al mismo tiempo algunos cambios, como el de la línea del horizonte discontinua que aparece entre los arcos del puente, que inicialmente no era discontinua, o el pilar grande de la derecha, que antes era una vela enorme.
Se titula Puente y dama justamente porque se ve un puente o acueducto y, en la mitad inferior, una especie de ser con faldas que ha de ser una dama. El signo que ostenta en el volante de más abajo, como una cruz gamada de cinco brazos redondeados, es una cruz solar o arevajac, símbolo nacional armenio que representa la eternidad, y así lo explica la Wikipedia.
Dos representaciones del símbolo armenio de la eternidad, la primera en una columna del complejo eclesial de Makaravank (s. X a XIII), y la segunda en un sello del Centro Computacional de Armenia, de 1998.