En 1981, dos años después de mi revisión de la Anunciación de Leonardo, me volví a inspirar en una pintura renacentista italiana: la Dánae de Antonio da Corregio, que, tal como he explicado en mi apunte anterior, evoca un mito pagano paralelo al de filiación cristiana recreado por Leonardo, con el que, a mi modo de ver, comparte el tema genérico de la “manifestación divina engendradora”. Correggio mismo equiparó el mito de Dánae al de la Anunciación con una particular adaptación de la escena clásica que introduce un ángel o demonio joven como presentador de la divinidad o, mejor dicho, de su lluvia de oro, espíritu celestial ausente del mito original, que yo sepa.
Ahora he realizado una nueva versión del original de 1981, del que solo difiere en los colores. Debajo se muestran las dos versiones y una reproducción del cuadro de Correggio.