El patrullero le da la bienvenida
Soy más bien torpe para las relaciones públicas, y por ello he preferido delegar en el patrullero la responsabilidad de darle la bienvenida a este sitio web. El patrullero es la figura que se ha erigido en representante visual mío, en forma más o menos de logotipo. Apareció en otoño de 2016 en la primera obra que realizaba desde 1984, He espiado el espacio, ilustración para la ópera fantástica Miola el gat autòmat damunt de la teulada [Maúlla el gato autómata en el tejado] —pintura y ópera que también se hallan en este sitio. Desde entonces ha vuelto a comparecer en algunos cuadros nuevos o revisiones de los antiguos, como Ciudad encantada, cuya mitad superior —pero sin patrullero— se muestra sobre estas líneas.
El patrullero es una especie de guardia o sereno volador que hace la ronda por mis cielos imaginarios a bordo de su vehículo unipersonal —entre moto, calesa y patinete—, para vigilar no (se) sabe qué ni con qué objetivo. A veces viaja solo, a veces con hermanos gemelos.