Si creyese en bobadas esotéricas, diría que la ruta de tren y carretera entre Santa Maria de Vallvidrera (estación del Baixador de Vallvidrera) y La Floresta, en la frontera misma de los municipios de Barcelona y Sant Cugat, o de las comarcas del Barcelonès y el Vallès Occidental, ruta dominada en el primer tramo (o último, según desde donde se mire) por la Vil·la Joana, donde murió Verdaguer, esconde algo fantástico, extraño. El centro de este angosto corredor viario, que desde 1991 también incluye, ruidosa y ajena al entorno, la autopista de los Túneles, se encuentra en Les Planes; si creyese en memeces esotéricas, diría que por aquí, por algún punto indeterminado de los alrededores de la estación de los FGC, salta entre la tierra y el aire una corriente de magnetismo o de ultrarrayos —físicamente imperceptible— que conecta con el espacio exterior, con otra dimensión, o vaya usted a saber con qué. Todo de forma muy poco gótica y romántica, ni que decir tiene; todo de forma muy suave, doméstica y collserolense. Por supuesto que, si durante un siglo entero esta zona ha sido frecuentada por tantísimos miles de personas que acudían a hacer la parrillada o a merendar los fines de semana, no es creíble que por allí cerca merodee un eje esotérico; las comidas populares con incompatibles con las estupideces místicas, a menos que todo el mundo acabe decididamente borracho; por no hablar de la autopista, que no entiende de conexiones con otras dimensiones a menos que uno se mate en ella.
Sea como sea, el hecho indudable es que yo un día quería pintar para un relato mío una estación de ferrocarril fantástica con un tren mágico, y me salió, sin proponérmelo, ¡oh maravilla!, la estación de Les Planes; lo cual demuestra con creces que en este paraje habita alguna fuerza rara, mística o no, y a mí que no me busquen ahí, solo, de noche, por más que las fantasmagorías de Collserola parezcan, a pleno sol y con el rumor del tráfico de fondo, tan ligeras y como de estar por casa. Que no siempre son así.
En la imagen de arriba, la estación de Les Planes en 2015. Debajo, la estación y el Restaurante Eléctrico (al fondo) en 1916, cuando se inauguró la prolongación del tren de Sarrià hasta Les Planes, con el edificio todavía en obras.
JCSalas 
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